El sistema de climatización utiliza un método eficiente de energía renovable para la generación de energía térmica, basado en equipos bomba de calor agua-agua.
En este caso y dada la proximidad al mar, el circuito de condensación se realiza con agua captada en el puerto olímpico.
1 marzo de 2024
La ciudad de Barcelona estrena un reformado paseo del Moll de Mestral, en el Puerto Olímpico. Los antiguos locales de restauración y ocio nocturno han sido reconvertidos por modernos locales para la actividad de la economía azul y se ha mejorado el espacio exterior para favorecer la circulación de personas lo que ha permitido un nuevo polo de atracción de la ciudadanía en el Port.
El proyecto ha ido a cargo de COMA Arquitectura quien ha contado con ARCbcn-WATTEGA y ha sido promovido por BIMSA.
El agua de mar como fuente de energía
El ámbito de proyecto, de 4.715 m2 de superficie, lo constituyen los locales comerciales que se encuentran en la parte cubierta del Moll de Mestral, entre los diques de Gregal y el de Marina, en el Puerto Olímpico
Para el proyecto se ha velado por las instalaciones más eficientes y favorables para el entorno, tratándose de una obra situada junto al mar. Todo el sistema de climatización funciona con el agua de mar del Port Olímpic. Las máquinas para climatizar, en vez de utilizar el agua de pozo o freática o el aire, utiliza el agua de mar que se encuentra a unas condiciones de temperatura muy favorable y estable en el tiempo. Este sistema aporta una alta eficiencia debido a la condensación a temperaturas favorables y estables, ya la capacidad de recuperar energía cuando las necesidades así lo permiten (normalmente en épocas intermedias). Así pues, una de las dos energías (frío o calor) se obtendrá de forma gratuita. Además, utilizar agua de mar para el intercambio de energía, concuerda plenamente con la filosofía de economía azul que se ha querido siempre durante todas las fases del proyecto.
Un paseo abierto a la ciudadanía
El nuevo Moll de Mestral representa una mejora significativa en términos de accesibilidad, estética y funcionalidad, alineándose con los esfuerzos de la ciudad para potenciar el uso y disfrute de los espacios públicos y el frente marítimo. En resumen, es un ejemplo del esfuerzo de Barcelona por mejorar la calidad de vida de sus habitantes y visitantes, fomentando la conexión con el entorno natural y marítimo, promoviendo la sostenibilidad y la inclusión, y contribuyendo al desarrollo económico y turístico de la ciudad.